Drawing the line

en situaciones inesperadas que a veces sugieren un comentario o reflexión, y otras simplemente un juego estilístico. En ese sentido, ¿qué pasaría si Fidel Castro hubiera recibido a Coco Chanel en Cuba vestido en Chanel? ¿Cómo se verían Barack Obama, Michelle Bachelet y Evo Morales como jóvenes modelos en Gucci? ¿Qué pasaría si Donald Trump subiera a su muro y se diera cuenta que ha quedado solo en el lado equivocado? ¿Si Malala Youzafsai y Diana Vreeland se juntaran a almorzar en Bergdorf Goodman? ¿Si el fantasma de la princesa Diana visitara a su hijo en Kensington Palace? Las posibilidades son infinitas. Este libro –de LAK Editores– es un comentario político y social, un álbum de moda, un altar a la cultura pop y, sobre todo, un diario personal de pasiones y obsesiones.